martes, 12 de mayo de 2009

Gundivós




La cerámica de Gundivós es una de las cuatro tradicionales que existen en Galicia y la única de color negro y que se realiza con torno manual bajo.
El origen de esta cerá­mica es incierto, ya que cuenta la leyenda que en época romana el vino de Amandi era llevado a Roma en ánforas de Gundivós. Lo que si sabemos es que adquirió mucha importancia durante el S.XIX y principios del XX.
El oficio de alfarero era un oficio que permitía a la gente vivir pues el "cacharreiro" tenía en este oficio una importante fuente de ingresos; por ello dice la copla:
"Casa conmigo Rosiña mira que son cacharreiro dormirás en boa cama E sempre terás diñeiro".
Sin embargo, se trataba de un complemento a la agricultura y no hay constancia de que ninguna persona viviese exclusivamente de trabajar el barro. Es ejercido indistintamente por hombres o mujeres, auque predominaron los hombres y, eso si, el alfarero no se podía dedicar a otras tareas para no perder la sensibilidad de las manos; por este motivo, dentro de la unidad familiar acostumbraba a ser la mujer la que se ocupaba de los trabajos de la agricultura, junto con los del hogar. Oficio que va de generación en generación.
Este tipo de cerámica es utilitaria, cada pieza tenía y tiene una utilidad, no era una cerámica decorativa como otras que existen en Galicia. De hecho, los alfareros de Gundivós se centraron en la realización de piezas que tenían utilidad práctica para las gentes de la comarca de Lemos. Así, sus vasijas están pensadas para ser utilizadas en la cocina, la bodega y las matanzas, fundamentalmente.
ELABORACIÓN DE LAS PIEZAS

El barro, con el que se realizan las piezas, es extraído de la propia parroquia y tras varias mezclas y amasado, pasa al torno para darle forma. Los tornos son de rueda baja, caso único en la provincia de Lugo.
En el centro de esta rueda es donde el artesano coloca la base de la pieza. El resto se realiza por superposición de tiras a las que se va dando forma con las manos húmedas.
Tras colocarle los adornos mediante refuerzos, la pieza se despega suavemente de la rueda y pasa al "alzadeiro" para su primer secado. Pasado el tiempo suficiente, recibe su última transformación: la pieza se cuece hasta darle la consistencia deseada en un horno de boca abierta muy rústico. En cada hornada se pueden meter entre 120 y 140 piezas, dependiendo de su tamaño.
Tras la cocción viene el "empegado" (para aquellas piezas destinadas a contener líquidos): consiste en recubrir el interior de la vasija con una capa uniforme de pez en polvo. Previamente el cacharro se calienta a fuego provocando el color negro típico de esta cerámica. Se echa el pez directamente con las manos en interior y éste, en contacto con las paredes calientes, se disuelve cubriendo el interior con una capa brillante que impermeabiliza.
ALFAREROS DE GUNDIVÓS

Elías González Prieto
iglesia-gundivós
Tlf: 982 46.00.97 Móvil: 626 96 62 80
Agapito González González
Iglesia, 141-Gundivós
Tlf: 982 16.27.30
José Rodríguez "Ventura"
Vilanova, 134
Tlf: 982 15.27.84
Obdulia Rodríguez González
Campoverde
Tlf: 982 15.28.85
Tomás López González
corbelle -proendos
Tlf: 982 46.05.46

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